lunes, 30 de noviembre de 2015

En Navidad, ¿qué le dirás a tu cuñado cuando pregunte por trabajo? ¡Aplica ya!






La ocurrencia que da título a este post no es de mi cosecha, no. Es el reclamo que ha escogido para estas fechas tan señaladas una célebre página de búsqueda de empleo que avisa de los procesos de selección que se traen entre manos tropecientas empresas de este país.

La cosa puede hacer más o menos gracia (no olvidemos cómo nos gusta en España sacar al "cuñado" cada dos por tres para hacer gracietas), parecernos poco, nada, algo o muy ocurrente, y estoy segura de que habrá personas que se sientan directamente ofendidas.

Yo no soy de estas últimas, que quede claro, lo que no quita para que el slogan de marras me parezca digno de análisis.

Porque vamos a ver, semejante reclamo para que todos los parados de España nos pongamos a buscar curro como cosacos before Christmas, a mí lo que me hace pensar es que tener un buen empleo, más que dignidad, un medio de subsistencia y ciertos síntomas de autorrealización, lo que nos da es un barniz de importancia y distinción. Y a la sazón, un motivo de envida para personajes de nuestro círculo que no nos caen especialmente simpáticos. En fin: el que sintamos no solo que somos de esos miembros de la sociedad que tienen una vida como il faut, sino que ocupamos una de las mejores tribunas. 

Vamos, que en la frasecita del día podríamos poner, en vez de "cuñado", "tu suegra criticona", "esa amistad de toda la vida que siempre tiene que quedar por encima", "la cotilla del quinto" o "tu primo el toca.......", que pillaríamos por dónde va la cosa. 



¿Enténdeis lo que dice Romy? Pues eso...
  
Y francamente, creo que darle al trabajo estas "utilidades" es algo que deberíamos evitar a toda costa por el bien de nuestra salud mental. Todos los que estéis leyendo este post estoy segura de que conocéis a más de una persona que sin ser especialmente valiosa, humanamente y profesionalmente hablando, ocupa un puesto de trabajo envidiable, o que siendo merecedora del mismo, lo consiguió gracia a tal o cual contacto.

¿No es hora ya de dejar de lado estas infantiladas? Sobre todo si tenemos en cuenta la coyuntura tan negativa que estamos viviendo. Millones de personas con grandes habilidades de todo tipo están sin empleo en este país porque no están siendo valoradas como se merecen, porque no caen en gracia a nadie con poder, o porque no hay vacantes para ellas. Y no creo que esta gente tenga que sentirse avergonzada cuando su cuñado o la medusa de turno le pregunte con una risita condescendiente que si ya ha encontrado trabajo. 

Como ya dije en el post anterior, POR FAVOR, HACEDME CASO: 

NO OS AVERGONCÉIS POR ESTAR EN EL PARO

JUNTÉMONOS, CONTEMOS NUESTRAS HISTORIAS, HAGÁMONOS OÍR. 

NO TENEMOS LA CULPA DE ESTAR COMO ESTAMOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Madre Ciudad te devora: Metrópolis, de Ferenc Karinthy

El turista accidental . Siempre me ha resultado curioso este título y la mezcla de sensaciones que me despierta: regocijo, suspense, cierto ...